Del Libro: "Sequedad impàvida"
Sol de dos siglos
Unos puñados de sombras iban y venían.
Aún el grito caminaba entre susurros.
Aquella media noche todos comprendían,
¡Hoy es el día! ¡Debemos romper los tensos muros!
La llama de los libres ilumino el tiempo.
Mil brazos en alto proclamaban ¡Libertad!
¡Que llegue lo nuestro a los cuatro vientos!
Desde el balcón se patrocinó, ¡Esta verdad.
Cien años de desencuentros no alcanzaron,
vinieron otros cien, más crueles y dolorosos.
Hombres sin democracia y creyentes callaron.
La sangre del pueblo, salpicó a los honrosos.
Las grietas del suelo juntaron lágrimas.
Hoy en la Patria germina la esperanza
y se escribe una renaciente página,
donde un pueblo tenaz de nuevo se abraza.
El tercer siglo depurará nuestros fracasos.
Juntos seremos la senda gigante y nueva.
Somos orgullo, trueno, río cristalino, manso.
Que nadie olvide, ¡Somos huracán en venas!
Autor: Raúl Ignacio Lario